lunes, 2 de febrero de 2009

Shirlek de Dharijor





(Partida de Strombringer Rol donde este personaje sin apenas futuro llego a donde llego por meritos propios y mi grandeza al tirar los dados XD)

Los vientos del norte soplaban con fuerza, la cubierta del "Unicornio" era barrida con cierta violencia y los marineros luchaban por conseguir que este galeon llegase a puerto. Cerca del castillo de proa protegido en un rincon, un hombre de unos 25 años observaba el horizonte, pues en el cada vez mas grande se divisava el puerto militar y mercantil de Gromorvaa, una de las ciudades mas esplendidas de los Reinos del Oeste Dharijor.

Dharijor era un reino combativo y poderoso, gracias a sus artes en el campo de la batalla habia ampliado sus fronteras con los reinos vecinos mas debiles , Tarkess, el pais de los marineros del norte, pequeños, moenos y audaces, que habia pagado hasta tres veces con su tesoro real las ansias guerreras de su vecino y al igual que Jharkor , vecino del sur, habia visto como sus fronteras se reducian en pos del aguerrido vecino.

Gromorvaa era una ciudadela de piedra y remaches de metal, donde la flor y nata del comercio del reino exportaba e importaba todo tipo de productos, las murallas eran bastante impresionantes con varios torreones donde 50 milicanos podian defender cada uno de ellos, sin contar las balistas y catapultas pesadas. Cualquier flotilla que quisiera adueñarse de la ciudadela por mar era recibida con aceite hirviendo, enormes calderos arrojados por poderosos trabuquetes. Sin contar con la inestimable ayuda de los cultos del CAOS que proliferaban por la ciudad, ya que Dharijor aunque marcial en el campo de batalla se inclinaba por las doctrinas de estas religiones. Dioses como Mabelrode, el Rey de las Espadas o el Juex inexorable Chadros eran de los más representativos, pero habia mas.

Asi pues el unico pasajero del "Unicornio" llegaba a su tierra natal, alquilando los servicios de la nave mas poderosa y rapida del mar de los Reinos Jovenes, poco faltaba ya, y mucho habia transcurrido desde su marcha, cuando a los 16 años con una bolsa de buen dinero y su apellido Comercial, partio en busca de la fortuna que en su hogar le denegaron, si muchas cosas cosas desde aquel comienzo cuando....



UNA PRIMAVERA VENTURA

El sol brillaba con fuerza, el primer dia de primavera prometia un calor que se buscaba desde las primeras nieves, la gente en la aldea se volvia activa tras el invierno, duro y frio, que se habia vivido este año, los campesinos volvian a sus campos con azadones a reavivar la cosecha y observar los posibles destrozos ocasionados por el invierno; ganaderos sacaban a sus reses de los grandes cobertizos para realiazar las primeras trashumancias.

Dentro del pequeño castillo de los Kilden, la familia noble de la zona, tambien preparaban y revisaban almenas, almacenes, y las fiestas que ocurririan este tiempo, los escuderos jovenes soñaban ya con las primeras jestas, donde provarian la fuerza de su brazo y el temple de su arma. Pero todo esto era un mundo aparte para el joven Shirlek, hijo menor de la familia, no tenia derechos de herencia, ni la posibilidad de un matrimonio concertado que le pusiera en una estabilidad denro de la nobleza, tampoco aspiraba a formar parte de ninguna otra familia, su situacion era complicada desde cierto punto de vista, y estando tumbado sobre la fresca hierba, meditaba , mientras veia pasar las nubes y el retorno de las aves.

Una sombra le tapo el sol, al girar la cabez vio a su hermano mayor, Golfang, con su armadura ceremonial, iba a acordar su matrimonio con los Herbent, una familia que asiraba al trono real de Dharijor, pero que el destino les habia burlado pues solo habia concebido niñas la esposa del Baron.

- Levanta hermano, jejejejeje..... ¿O es que no quieres acompañarme en este grandioso dia?. - Golfang lo miro como solia hacerlo, esa mirada picarona pero con autoridad, él era el hermano mayor.

- Je, no faltaria a la boda de mi unico hermano...... aunque vaya asi de mal vestido.....- Shirlek era audaz, su hermano se habia puesto su armadura mas elegante con bellos adornos y el emblema de la familia, eso en cualquier cermonia castrense sobresalia, pero para pedir la mano de una dama, que era de estatus social mas elevado, no era lo mas apropiado, lo cual le sonrojo.

- Grrrr... Aconsejame tu, finolis.....- Golfang, le llamaba finolis por su estilo de lucha, ellos habian entrenado con el maestro Baltasar Grex, Glfang habia preferido siempre el arte de la guerra espadon pesado escudo, y espada corta..... Sin embargo Shirlek, era muy habil en el estilo de espadas anchas, eso requeria fintas, y movimientos de cuerpo agiles, con lo que habia que desdeñar la proteccion de la armadura superior que llevaban los soldados y caballeros en los campos de batalla.

Shirlek estendio la mano para que su hermano le ayudase, Golfang hizo alarde de su proeza fisica, una vez mas y çShirlek vio como su cuerpo era lanzado del suelo al aire, para ser noqueado, casi por el cuerpo de su hermano. Caminaron juntos hacia el castillo, mientras hablaban de la nueva y la feliciad de la familia.


Golfang parecia un caballero con un porte mas que sistinguido, su traje era casi perfecto, elegante, con adornos pero sin alardes ni detalles, era un traje que le marcaba en su estado social y que no pavoneava su estatus. El Baron parecia complacido ante tan magnifico joven y accedia a la union de las familias, mientras las cabezas de familia arreglaban cuentas, Shirlek y Golfang salian al claustro del Palacio cerca de los jardines.

- Hermano mio, eres dichoso, eso no cave duda, pero no quiero ser el hermano sustentado, ni el vividor emperdenido que son otros.

- Lo se Shirlek, he estado hablando con padre, no esta muy dispuesto pero le he convencido.

- ¿Le has convencido , de que?- Shirlek miraba a su hermano de reojo, a veces parecia mas de lo que era.

- Muy facil con mi nueva posicion, voy a estar muy ocupado y no podre atender a los negocis de la familia..... Asi que le he convencido de que firme un acta, tu seras quien herede el apellido comercial- Golfang sonrio mientras se dirigia a Shirlek, este no sabia que decir, pero agarro a su hermano y le dio un abrazo tan fuerte que tubo que dejar escapar un poco del aire de sus pulmanes.

- Hey.... hermano no me mates antes de mi noche de bodas.... De todos modos, tambien es triste.... Mucho me temo que no vas a estar aqui en mi boda, debes partir cuanto antes a Gromorvaa, ahi tendras que firmar el acta, y despues dirigirte a la Isla de las Ciudades Purpura. Ahi esta la sede.

- Entonces... ¿Esto es nuestra despedida hermano?.- Golfang asintio con pena, otro abrazo, este con el amor de dos hermanos que no se iban a volver a ver.

- Tma 150.000 GB(Grandes de Bronze) es una fortuna, pero es tuya y te pertenece, en cuanto a tu parte de.....- Shirlek le cerro la boca con la mano.

- Esta en las mejore manos que pueden haber. No lo dudes.


Cuando partieron del castillo del baron dos jinetes se dirigieron a las tierras de los Kilden, mientras que un tercero, se dirigia, amargamente al camino real que llevaba a Gromorvaa, ciudad portuaria por excelñencia del Reino de Dharijor


EN GROMORVAA

Dos dias habian transcurrido desde que Shirlek abandono las tierras de Kilden y por fin llegaba a su primer destino, Gromorvaa el puerto de Dharijor. en la entrada del oeste se veia una grn columna de carretas, principalmente mercaderes y campesinos que traian sus productos par el trueque y el comercio, tambien habia bastantes aventureros que buscaban algun barco para partir hacia el mar.

Gromorvaa era una gran ciudad, diviida en 8 districtos, era una muestra mas del explendor del reino, de todos ellos el mas importante, como no era el portuario, tenia una milicia propia, torreones, carceles , posadas, astilleros , tiendas y casas de empeños, era una miniciudadela dentro de Gromorvaa.

- Que los dioses le sonrian visitante, ponga aqui su marca y diga sus motivos de visita.

- Soy un visitante- Respondio Shirlek. - Vengo a ver a un viejo amigo.

- Si se encuentra en el districto de los Nobles, necesitara un permiso especial........., de todos modos debe donar 1GB para acceder a la ciudad.

- De acuerdo.

Shirlek se adentro en la ciudad, habia gran tumulto de gentes, carruajes y visitantes, parecia que hoy era un dia especial, pero no se engaño, Gromorvaa siempre era asi. Poco a poco llego hasta la Gran Plaza del Mercader, numerosos puestos vendian sus productos, en la Rotonda de las Plegarias un sacerdote de Chadros proclamaba la nueva festividad un concurso entre artistas, cuya mejor obra compraria el templo, desde un puesto un ciudadano llamaba a la guardia, le habian robado. Shirlek se dirigio hasta un mercader de caballos.

- Que la fortuna de Goldar (Deidad del comercio y del dinero) sea contigo, ¿en que puedo ayudarte distinguido cliente?.- La voz del mercader era melosa. Por sus palabras parecia ser creyente de la Ley, una de las fuerzas divinas que pugnaba por ser la dueña del mundo.

En este mundo extraño, ya complicado por las personas y seres que lo pueblan, hay una lucha divina constante para adueñarse de las almas que poblban el mundo. Ley contra Caos, el orden contra el cambio constante, las leyes establecidas contra el deshorden y el capricho. Y en medio unas fuerzas establecidas neutrales, que se mantenian aparte vigilantes y victimas de los acontecimientos. Sin embargo esta era una lucha extraña, a veces movida por los mas fanaticos de cada culto, y apaciguada por los gobernantes de cada reino, era extraña, pero estaba ahi.


- Deseo venderte mi caballo, es noble, joven y resistente. Por 5 GB.

-Hmmm.....si tiene buena pinta y parece sano, de acuerdo, pero la silla la quiero incluida.

- Trato hecho.

El camino hasta el Escriba era tranquilo, el paseo de los heroes llevaba hasta el palacio, pero el no llegaria hasta ahi, ceca de las Escuelas de Kel, se separo y se dirigio a una casa con un escudo, bastante familiar, en lo alto de la puerta.

Al abrir unas campanillas sonaron en lo alto, de pronto un bulto del interior lo golpeo, desequilibrandolo, el ruido caracteristico del metal al salir de su guarida, lo alerto, le hizo incorporarse rapidamente, el filo de una hoja curva paso a pocos centimetros de su cabeza, consiguio apartarse de milagro, mientras que la segunda le golpeaba en la armadura de cuero, sin causarle mas que un rasguño. Dos embozados deseaban su muerte, sin intentar dialogar desenvaino sus espadas, aqui no habia dialogo. El primer embozado lanzo su estocada directa al pecho, Shirlek echo un paso atras, mientras agachaba su cuerpo hacia adelante, el embozado dejo al descubierto todo su pecho, donde fue alojada la espada izquierda, el atacante murio en el acto, la hoja le habia atravesado corazon y pulmon, el segundo hizo el arco tipico para decapitar a Shirlek, esto lo esperaba, su espada diestra desvio con suavidad el filo de la cimitarra, mientras extraia su arma izquierda del cuerpo del muerto y lanzaba un tajo con fuerza, el brazo del atacante cayo al suelo, grito como lo haria un cerdo, mientras sangraba a borbotones. Shirlek le clavo ambas armas en el pecho, el peroo moria en el instante.


El piso de abajo estaba desordenado, como si fuera causa de robo, sin embargo ciertos objetos de valor seuian en su sitio. El escriba estaba muerto, pillado pòr sorpresa en su cama, estaba su cuerpo degollado, las sabanas habian absorvido toda la sangre. Shirlek busco el documento, lo hayo en las ropas del dueño de la casa, lo cogio. Mirando a su alrrededor, no entendio muy bien el por que del ataque, lo mas logico es que no trabajara para su familia unicamente, ¿un ajuste cuentas?, quien sabe.

Casi al toque de queda Shirlek se dirigió hacia el puerto, dicha ley solo afectaba a los honrados ciudadanos de las Islas, al llegar las puertas dé acceso se cerraron a su espalda, dejando "abandonados" a los visitantes para que hicieran gastos de sus pocos ahorros entre las mas variadas tabernas y mesones. El cielo estaba salpicado de cientos de pequeñas estrellas y el mar parecía en calma, la brisa de la noche era fresca, bastante para esta época del año, en el puerto la ciudad ofrecía otros atractivos que no se observaban por el día, mujeres demasiado ligeras de ropas dejaban poco para la imaginación de los pobres marineros y viajeros que a lo mejor habían pasado varias semanas en alta mar, y cuya necesidad humana, les llevaban a pelearse, no precisamente, por la mas hermosa de las mujeres. En las tabernas se oían músicas y gritos de festejos de los ocupantes, mientras los dueños ante cada cliente nuevo que entraba se frotaban las manos. Si alguien buscaba algo mas, había establecimientos ofrecían la más variopinta cantidad y calidad de drogas así como otros tipos de distracciones que Shirlek prefirió obviar en este momento.


El estercolero conocido como "El barril de Ron", recordaba la taberna mas viciada y tenebrosa de cualquier ciudad de los Reinos, el olor a licores baratos y otros menesteres, emanaban a través de la puerta entreabierta, invitando a los mas "dignos" a probar sus "especialidades". Al entrar Shirlek vio lo típico borrachos en el suelo, camareras que cobraban de sus bolsillos, la contribución que pensaban mas adecuada, generalmente toda la bolsa del infortunado, alguna reyerta, mujeres que ofrecían la carne..... Un repertorio de la más baja calidad.

- Que va a tomar el distinguido caballero.- El tabernero lo nombro en voz alta, para que los circundantes oyeran bien que era. Shirlek solo lo miro, fijamente, uso la misma mirada que usaba con su hermano y que tan lo incomodaba, una mirada sin expresión, vacía de sentimientos, arqueando la ceja.... Golfang más de una vez le había dicho, que si no fuese por que lo conocía, juraría que era un semidemonio.... Funcionaba con su hermano, y funciono con un tabernero sin lustre.

- .... Esto el señor desea algo....- Esta vez la voz fue más adecuada.

- Busco a un capitán de barco, su nombre es Helos de Smirla.... ¿lo has visto?.

- .... Bfff.- El tabernero con la cabeza señalo la puerta de servicio. - Esta en sus aposentos.....

- Gracias.- Shirlek dejo 4GB encima de la barra y se dirigió a la puerta, por el camino vio en una mesa a dos hombres, bajitos, morenos con un cuerpo musculoso y bronceado. En un lateral tenían unos arcos característicos del Desierto de las Lagrimas, un erial que se encontraba muy a lo lejos de aquí, donde tribus de bárbaros viajaban recorriendo sus enormes estepas. Sin duda alguna estos hombres eran de ahí, llevaban sus chanzas de manera agresiva y en cuanto alguien se acercaba a su mesa lo echaban a puntapiés. "....hmmm, creo que necesitare escolta..." Shirlek se dirigió a la mesa, encima había por lo menos 8 jarras, completamente vacías, y al observar el estado de sus ropas y barbas era poco probable que las últimas las hubieran bebido en su totalidad.

- ¡¡¡¡Hey!!! ¿Que haces em nosta mesa?.

- Buscaba guerreros.

- Lo pento niño de pap ¡¡¡HIP!!!, per o cuidms cunas..... Las assassaemos.

- Mucho me temo que se equivocan soy aventurero, y necesito buenos hombres.

- ¿así?, ¿y po que nospros?.

- Bueno es evidente viendo lo que han bebido y si aun siguen en pie, quiere decir que son resistentes y no necesito mujercitas, necesito guerreros.

- ¡¡¡Guaaau!!!! ¿Has oído hermano?, nos apagan.- El que había llevado la voz cantante de la conversación dio un codazo a su hermano. Este asintió, y por fin se dio cuenta Shirlek, aunque olían como cerdos y parecían estar como cubas, los ojos de estos hombres mostraban poca embriaguez, la cantidad de jarras en su mesa debía de despistar, y comprendía como es que había mas licor fuera que dentro, eran extranjeros en una tierra de desconocidos y estaban alerta. Shirek sonrió y continúo.

- Les pagare de todo lo que encontremos una parte proporcional, y si no encontramos nada, les daré 500GB en total. Además me comprometo a costearles el alojamiento y la comida. Pero solo si me sirven.- El hermano que no había hablado hasta ahora, asintió.

- De acuerdo, nosotros le juramos protección si usted cumple con su palabra.

- ¿A quien tengo el honor de contratar?.

- Yo soy Trogener y mi hermano es Dogma. ¿A quien tenemos el gusto de servir?.

- Soy Shirlek de Dharijor.- Se estrecharon las manos en señal de acuerdo.

Tras comentar un par de detalles con ellos, parece ser que se espabilaron enseguida, les intereso la aventura que iban a comenzar, cuando Shirlek abandono la taberna lo hizo con dos guerreros pequeños pero fieros, equipados con una armadura curiosa de madera, sus arcos, una cimitarra cada uno y una tremenda Hacha de dos manos en su espalda. Dogma y Trogener se habían comprometido en proteger a Shirlek y lo harían desde ese mismo instante, la palabra de un guerrero del desierto es eterna y la cumple hasta la muerte.


En la parte de atrás de la posada un hombre, joven y maloliente, yacía en el suelo envuelto en sus propios fluidos, Shirlek había encontrado a Helos de Smirla.

El Inicio de la Aventura

- ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Por todos los demonios!!!!!- Helos de Smirla reacciono cuando un torrente de agua le llego en mitad de la noche, se levanto apoyandose en la pared, con la seguridad de un borracho que no habia salido de ese estado en meses.

- ¡¡¡ Perros, sabeis quien soy!!!!.- Desenvaino, con la torpeza evidente, su espada, la accion le llevo cerca de dos minutos, para que al final vaina y cinturon cayeran al suelo junto con sus pantalones, resultaba comico, chistoso y nada serio. Dogma y Trogener miraron a Shirlek.

- Este patan es inutil, no nos servira.- Comentaron los hermanos al unisoro.

- Quizas en este estado no, pero lo que hay en su cabeza me interesa.

- ¡¡¡¡ Engendros, furcias.... os voy a enseñar.....a los seis!!!!.- Dicho esto cayo al suelo, otra vez.

Shirlek y los hermanos se lo llevaron a una posada, bastante lujosa, pidieron una habitacion para tres, con baño. El resto de la noche se pasaron limpiando al capitan, mientras maldecia y gritaba, pero en su lamnetable estado no era rival para los dos hermanos, y ellos mandaron en la situacion.

- Mañana ire al puerto a ver si consigo informacion, vosotros "cuidarlo" y protegerlo..... De hasta de si mismo. Descasad, pedid con cuidado no hay que llamar la antencion excesivamente.- Sacando unas monedas de su bolsa se las entrego a los hermanos.

- Con esto podreis cubrir gastos hasta que vuelva.


Cuando Shirlek dejo la posada ya era de dia, la noche habia sido extenuante, y con pasos cargados fue hasta la tienda, a punto de desfallecer en la entrada fue cogido por unos suaves brazos, la hija del tendero lo agarro....


Shirlek se desperto, estaba desnudo en la cama "hmmm", no era lo que esperaba pero no se quejo cuando la chica entro en la habitacion con comida caliente, el olor era especialmente atractivo.

- Disculpadme, pero es hora de que comais algo.

- Gracias..... Esto, por cierto, con lo que sucedio ayer no os pregunte el nombre.

- Me llamo Slya.

- Es un placer. Me llamo....

- Shirlek Kilden de Dharijor lo ponia en el acta.- Ella sonrio.


Cuando acabo de comer, le pregunto sobre las deudas. Ella le informo que parte se habian solventado y otras se habian aplazado , pero la deuda mas importante solo habia pedido una cosa, una entrevista con él. Shirlek se extraño, "un mercader de las ciudades hablar con un noble desconocido...".

- De acuerdo donde vive.

- Le acompañare. Esta ciudad es un laberinto y necesitara alguien que la conozca. Ademas soy luchadora habil asi que no se preocupe y vayamos.

Juntos se dirigieron a las Mansiones Palaciegas, cada casa tenia su jardin, su corral, sus establos, casas para la servidumbre, la prosperidad sonreia a Menii, tras dar unas cuantas vueltas, llegaron hasta la que buscaban. Un criado estirado, les abrio la puerta y les invito a pasar.

- Acompañenme a la salita de visitas. El señor enseguida vendra.

Jarrones de porcelna, tapices, vasos de plata y otros grabados en oro, indicaban una posicion altaa de dicho mercader.

- Se llama Olaf, un extraño mercader extrangero, ha conseguido mucha prosperidad y buenos contactos.- Slya, informaba a Shirlek de todo lo que necesitaba saber, pero no estaba preparado para ver a Olaf. Un hombre calvo, enorme y enormemente gordo, venia en un balancin, sus ropas extremadamente caras, venian extremadamente manchadas de comida y grasa, junto al balancin venia otro mas pequeño trayendo la comida...

-¡ Bienvenido a mi hogar y que los dioses de la fortuna sean benevolentes contigo!.- Olaf parcia bastante benevolente y amable.

- Que la fortuna sea contigo.- Respondio Shirlek.

- Ah alguien con quen platicar.... Oh rodeado de esos mercaderes solo me hablan de intereses, tasas, mercancias, es bueno conocer alguien de fuera y que te cuente nuevas...

- Supongo que no es solo por eso por lo que me habeis llamado ilustre.

- ¡¡Jajajajaja!! Perspicaz, excelente....- Olaf sonrio.

- Te voy a hacer una proposicion, una proposicion que no te esperas.- Olaf guardo silencio, mientras engullia una docena de uvas, regoldo.

- Te voy a prestar un barco, con tripulacion y capitan. Te perdonare la deuda y por el favor te pedire otro.- Shirlek estaba anodadado, nunca se habria imaginado esto, tardo un poco en recuperrar la compostura.

- ¡¡Ajum,ajum!! Y ¿cual es el favor?. Y ¿conmo os habeis enteado de mis planes...?.

- Jojojojo, de lo primero a su debido tiempo, de lo segundo intento estar al tanto de mis deudores, y tu caso me intrigo. No te puedo decir mas.

- Aunque desconfie, acepto.- Shirlek miro a Olaf intrento comprender sus motivos pero, no podia, era realmente una sorpresa. Tambien se fijo que por un moemento Olaf lo miro atento como si hubiera reconocido algo en el.

- ¿Ocurre algo, excelencia?.

- No no, jojojo, nada. Una falsa impresion , jejejej creia conocerte pero nada mas, es imposible, jejejeje. Bueno el barco que te lego es el "Aguijon" una trirreme, veloz y con capitan experto, llegaras seguro a donde le pidas.... Pero recuerda que despues de dejarte el se ira. ¿Comprendido?.- Shirlek asintio, se extrecharon la manos como señal de acuerdo .

En la calle Slya estaba encantada, la deuda perdonada, un barco y un contacto importante en las altas esferas, para ella la suerte los bendecia de nuevo, sin embargo Shirlek seguia dudando, tanta generosidad no era habitual y menos aun con mercaderes, si daban algo es por que iban a obtener 1000 veces mas.

Se espidieron en la plaza, Shirlek fue a buscar a Helos de Smirla mientras que Slya iba a avisar a su padre de las nuevas. Aun le daba vueltas a la cabeza cuando llego a la posada y subia por las escaleras. Cuando abrio la puerta su asombro volvio a dejarlo quieto. Helos de Sirla estaba completamente despejado, su imagen habia cambiado completamente, arreglado con ropas nuevas era una antitesis de lo que Shirlek habia visto en el callejon.

- Tus guerreros me han dicho lo que pretendes, mi brazo es tuyo.- Helos pronuncio estas palabras con la autoridad de un capitan, no eran de discusion, estaba decidido.

- Genial, ya tenemos barco y tripulacion cuando querais partimos.

- Tenemos que ir a Bella Muerte, una isla cerca de la Ciudad de la Costa Amarilla, es donde tienen su base esos perros.

- ¿Como lo sabes?.- Coimento Dogma.

- Quiero vengarme desde el comienzo, quiero recuperar mi honor y mi barco, pero no encontre ningun loco que quisiera ir alli, asi que me desespere y me emborrache.

- ¡¡¡Jo, jo,jo!! Entonces formamos un grupo de grillados- Alardeo Trogener, mientras todos echaban unas buenas risas. En el puerto encontraron el "Aguijon" listo para partir como habia asegurado Olaf.

Un capitan rancio llleno de Rastas y de muy mal carecter les dio la bienvenida. Habia algo en el que ha Shirlek le dio un escalofrio. En cuanto supo la direcion asintio y puso rumbo al destino. No pregunto, no dijo nada, les dio camarote a todos juntos. Trogener comento:

- Creo que si le hubieras dado el rumbo al infierno, este capitan no habria preguntado.

- Eso me temo.- Asintio Helos.

- Bueno, cuando tengamos que preocuparnos ya lo haremos. Ahora Helos hablanos de esa isla....



La trirreme se fue acercando en silencio a la costa, resultaba casi fantasmal, la suavidad con la que se deslizo. Una vez ahí soltó su mercancía.

- Os espero en Menii.- Dicho esto el capitán del "Aguijón” dio orden a su tripulación que diesen la vuelta, mientras en la playa cuatro sombras se deslizaban al interior. Los hombres estaban mas que sorprendidos de la rapidez del trayecto, habían tardado pocos días lo que por norma se tardaba una semana, resultaba espeluznante y le daba un toque de sobrenatural mas al capitán y su barco.

A trabes de los árboles se divisaba la ciudadela Barbachela, sede de piratas y hombres sin patria ni honor, "la ciudad que nunca dormía" como decían los marineros. En el puerto había 10 barcos, sin bandera, pero ninguno de ellos les interesaba, debían de averiguar el paradero de un capitán al que Helos llamo Garrick "El cuervo", inmundicia sin honor, ni siquiera entre los suyos, pero que gracias precisamente a ello había reunido un centenar de secuaces que obedecían sus ordenes sin rechistar.

Quizás lo mas característico de la ciudad fueran sus taberna rodeadas siempre de furcias y borrachos, infiltrarse no fue un problema. La gente no se reconocía y menos de noche, sin orden solo había un caos constante donde los instintos mandaban, no era extraño encontrarse con un cadáver en una esquina, quien perdía de vista a los suyos moría a manos del adversario, sin miramientos, entre piratas de diferente tripulación no había honor. Gastando pocas monedas y rompiendo bastantes huesos, Dogma y Trogener se mostraron unos maestros del estilo pirata de la persuasión. Enseguida obtuvieron lo que querían, el calado y base de Garrick "El cuervo".

- Será mejor que nos alojemos esta noche en ese granero.- Señalo Shirlek, los demás asintieron. Estaban cansados y era un lugar bastante apropiado, era necesario hacer guardias están en tierra peligrosa y era mejor estar preparados. Se acordaron dividir las guardias en 4 segmentos uno por cada uno así podían recuperar fuerzas par el día siguiente.

La noche iba trascurriendo en la guardia de Helos de Smirla observo algo que le alerto, un grupo variopinto de piratas venían del bosque, se reunieron con unos que aun estaban conscientes en la entrada del poblado, señalaron hacia el granero. Helos no perdió tiempo.

- ¡¡¡Arriba gandules, nos rodean!!!!- Todos se levantaron preparados pero soñolientos.

- ¿Qué puñetas ocurre, marinero?.- Trogener no apreciaba ser levantado en mitad de lo mejor de su sueño.

- Un grupo de atunes nos acechan, han debido encontrar huellas y vienen en sigilo.

- Preparémonos.- Shirlek había desenvainado sus dos armas para la acometida, Dogma y Trogener se equiparon con las cimitarras, en un espacio tan pequeño como era este granero no permitía el uso de de sus armas a dos manos, Helos desenvaino con cuidado su espada larga. Todos aguardaron , había gran desventaja eran 6 contra 1, y eso calculado a ojo en la oscuridad.

Los piratas rodearon el granero y parecían esperar, al final tres valientes se adentraron por la puerta principal.

- Estupidos…..- Dogma y su hermano ya están preparados. Agachados los piratas, sin apenas hacer ruido, se adentraron, despacio. La luz de la noche iluminaron dos hojas y al caer tiñeron el aire de escarlata, dos cabezas rodaron por el suelo acompañadas por el grito de guerra de los hermanos, el tercero quiso reaccionar, demasiado tarde, ambas cimitarras lo despedazaron en la puerta, fuera los piratas respondieron aullando y se lanzaron al combate.

En la puerta los dos hermanos combatían ferozmente el movimiento incesante de sus cimitarras producía graves heridas a sus adversarios cayendo delante de la puerta y estorbando a los que querían entrar, de vez en cuando cambiaban de posición para poder moverse pues a ellos también les estorbaba, Shirlek observo el estilo de lucha de ambos, era sincronizado y las hojas de ambos cubrían el espacio perfectamente, cuando un arco ascendía el otro cruzaba horizontalmente de este modo dos filos conseguían frenar a mas de 12 adversarios, las puertas del granero sudaban sangre ante la frenética danza de los guerreros del desierto de las lagrimas. Shirlek oyó un crujido detrás de el, se aparto, una cabeza de una maza de combate se estrello contra el suelo donde antes el había estado.

Los atacantes habían abierto una entrada por detrás con la lucha que había en la puerta no los habían oído, y entraron a hurtadillas, estaban entre dos grupos de atacantes y la situación era espinosa, Helos acudió en su ayuda atravesando al primero, sin embargo se le echaron encima varios adversarios, lo mismo ocurrió con Shirlek encajonado en una esquina iba girando sus armas en arcos a diestro y siniestro , los atacantes caían a sus pies pero eso no los frenaba, al final simplemente por superioridad numérica pudieron con el. Helos yacía en el suelo, un pirata le golpeo con una maza la cabeza dejándolo inconsciente. Doga y Trogener no tuvieron mejor suerte, siendo capturados.

- Jajaja, puerco, mi jefe quiere saber de vosotros.- Dicho esto, un enorme moreno lleno de tatuajes, golpeo a Shirlek en la cabeza con el pomo de su arma, llenándolo de oscuridad.


La comitiva marchaba orgullosa con sus trofeos, los cuatro aventureros maniatados y descalzos caminaban sobre el pedregoso sendero, de vez en cuando les soltaban algún improperio y se burlaban de ellos, alguno llego incluso a escupirles. Pero en esta penosa situación nada podían hacer. Los pies les sangraban, el grupo de piratas habían decidido llevarlos por el peor camino a idea, y no sabían que otras sorpresas les tocarían.


Las horas iban pasando en el angustioso camino, pero la sorna de los lobos del mar se iba apagando, cada momento que pasaba se veía mas claro que una sombra mortecina iba cubriendo sus semblantes, la razón apareció ante ellos, un tenebroso castillo de piedra negra con los pendones de color púrpura y el emblema de un cuervo negro con las alas abiertas. Llegaban a la base del pirata conocido como “El Cuervo”. Abajo se divisaba un caladero natural protegido por arrecifes y rocas que permitia tener el agua mansa, y en el fondeaban con orgullo cuatro barcos, Helos de Smirla abrió la boca cuando diviso el más majestuoso de ellos, un galeón cuya mascara representaba un unicornio, su barco.

- El “Unicornio”….- Parecía que Helos había encontrado la razon de su vida. Sin embargo un puntapié en la cara de uno de los piratas le volvió a la dolorosa realidad.
- ¡¡¡¡Mira al suelo chacal, estas son las propiedades de tu amo, mas respeto!!!.


Shirlek estudio la zona, el castillo era grande y debía alojar a casi toda la tripulación y hombres del capitán pirata, el caladero apenas tenia vigilancia, seguramente los hombres imprescindibles para los arreglos y vigilancia. “…así pues “El Cuervo” no suele tener visitas.” Para Shirlek estaba claro que dicho personaje era un hombre de las Islas, bastaba con ver el orgulloso emblema, casi ningún país usaba ese color y menos aun los del Continente del Sur que disfrutaban de colores mas vivos, naranjas, amarillos, rojos y verdes.

- ¡¡¡¡Observen señores que gracia, que finura…. Miren a tan hermosa doncella.!!!- En una pasarela un grupo de mujeres se iban mostrando a un grupo vario pinto de hombres, desde viejos lobos hasta jóvenes que habían recibido su parte del botín y deseaban gastarlo. Las doncellas estaban en una prisión de barrotes y una a una eran sacadas y mostradas completamente desnudas a aquellos que pujaban por ellas para convertirlas en sus criadas. La subasta se realizaba sin atropellos y aquellos de ellos que eran mas fieros se llevaban la que querían sin mucha oposición.


Los prisioneros fueron llevados dentro del fortín, y caminando a duras a penas, los presentaron al señor. Este les observo, pero con quien se quedo ligeramente impresionado fue con Shirlek, Garrick era un capitán pirata con veterania, y ante el tenia un muchacho que acababa de cumplir los 17 años, moreno, de ojos desafiantes y con el orgullo característico del pueblo de Dharijor.

- Solo os lo ofreceré una vez. Habéis combatido con ferocidad acabando con varios de mis hombres. Decidme a que habéis venido y os liberare de las torturas dándoos una muerte rápida.- El capitán hablo sin pasión , como si este discurso lo hubiera dicho muchas veces a muchas victimas. Los hombres que tenía delante de él callaron.
- Muy bien llevarlos ante Perol y que los interrogue cuando tenga algo avisadme.


Los prisioneros fueron llevados hasta los calabozos, en la cámara de tortura había mas prisioneros, algunos de ellos tan deformados por las torturas a las que se había sido sometido que ni su propia madre lo hubiera reconocido. Dogma y Trogener pugnaban por forzar los grilletes mientras esperaban, Helos lo había dejado por imposible, mientras que Shirlek observaba los aparatos que le rodeaban, hierros al rojo vivo, ganchos de metal oxidados, potros con pinchos, campanas desangradoras, y una variedad que la mente humana más perversa había inventado para causar dolor a sus semejantes. Perol llego, era un hombre bajito y nervioso, miro a cada uno de los nuevos con el ojo de un profesional. Señalo al primero a Shirlek.

- El jovencito al potro.- Shirlek fue cogido por dos musculosos guardianes y llevado en su contra, en ese momento a Dogma se le ilumino la cara. Los guardianes estaban atando a Shirlek en el potro y Perol calentaba los hierros, mientras Dogma ayudaba a su hermano con los grilletes.
- Bueno, bueno si tengo ante mí un jovencito…..jejejee personalmente me gustaría que estuviésemos más solos. Te enseñaría cosas, pero…. Garrick quiere saber y Perol le dirá.- En ese momento acercaba el hierro al ojo de Shirlek, este notaba como se le iba secando, ya casi no producia lagrimas a causa del intenso calor del metal
Dogma y Trogener se lanzaron sobre los guardianes y Helos se encargo de Perol, aunque fuertes y armados fue tal su sorpresa que fueron reducidos en el acto. Amordazados y esposados los


Rápidamente los hombres ayudaron a Shirlek, tenia una marca cerca del ojo pero no había llegado a cegarlo, el chico tenia suerte, mientras

- Has sido bendecido jovencito. El calor del hierro no te ha dañado, jejejejeje….. Kakatal (deidad de elemental del fuego) ha respetado tu ojo- Le dijo Helos.
- Gracias amigos….- Respondió Shirlek acto seguido cogieron las armas de los guardianes y salieron al pasillo, al traerles a la sala de tortura no les habían vendado los ojos así que conocían, mas o menos, el camino de salida. La mayor preocupación ahora era eludir a los guardianes para no dieran las alarmas, el tiempo apremiaba y cada segundo era esencial para la huida.

Decidieron volver sobre sus pasos hasta la sala donde el infame capitán les había recibido, una vez ahí evaluarían la situación y planearían en consecuencia. El pasillo era angosto, se notaba que para hacer los sótanos del castillo se usaron las cuevas naturales de la zona, humedo y retorcido, daba la sensación de estar recorriendo la garganta de algún ser marino legendario. Las pareces eran lisas, salvo en aquellos resquicios donde se pico para colocar antorchas, apenas había luz y a través de los pasillos se oían los lamentos de otros presos, era siniestro.

Dogama y Trogener subieron con cautela sin hacer nada de ruido por unas escaleras que daban a una pequeña habitación donde dos piratas jugaban a los dados, mientras bebían y se jugaban los cuartos. Se acercaron a ellos, aprovechando las penumbras y el estado de embriagadez de los hombres cuado llegaron dos cuellos fueron seccionados llenando la mesa de juego con la sangre de los hombres. Dogma silbo a Helos y Shirlek que esperaban abajo expectantes, alertas, subieron rápidamente. En la sala había más arma y las dos armaduras de cuero de los piratas.
- Ten Shirlek, coge una.- Le ofreció Dogma.
- No gracias prefiero ir ahora sin protección usarlas vosotros. Os serán de mayor utilidad.- Respondió Shirlek.
- Vamos, vamos que el tiempo es escaso y a nosotros no nos sobra….- Helos estaba nervioso.


Salieron al pasillo, a la derecha patio de armas a la izquierda habitaciones de Garrick, por supuesto Helos quiso ir a las habitaciones, tenía una deuda pendiente. En la puerta dos morenos montaban guardia con enormes alfanjes, impresionaban. Los hermanos del desierto salieron al combate, por supuesto los morenos gritaron y cargaron contra ellos, Dogma actuó de forma poco “deportiva”, arrojando con todas sus ganas la daga que llevaba en la mano, el filo cruzo audaz la distancia que los separaba clavándose en el corazón del hombre, este se quedo sorprendido, nunca imagino que esa fina hija fuera lanzada con tanta velocidad y fuerza, cayo al suelo. Su compañero intento golpear a Trogener, el alfanjon cayo con fuerza contra el bárbaro del desierto, este se aparto a la derecha chocando contra la pared del pasillo, de nuevo la enorme hoja portadora de la muerte se lanzo esta vez a la altura del estomago, Trogener iba a ser partido por la mitad, quedo lleno de sangre, suspiro…. No era suya. Helos había acudido en su socorro, y cuando el moreno le dio la espalda, su cimitarra secciono la cabeza del bruto.

- Huff, huff….. gracias….eso a estado cerca.- Trogener aunque sucio quedo contento. Helos asintió, los enormes alfanjes quedaron en las manos de los hermanos que sonrieron muy complacidos.
- Chicos…….dais miedo.- Shirlek les sonrió. Señalando la puerta.
- Es hora de la venganza…..


El “Unicornio” navegaba con todas las velas extendidas e hinchadas, casi parecía que en vez de flotar sobre las aguas del mar volaba sobre ellas, la tripulación se esforzaba por aprovechar al máximo sus capacidades náuticas y poner la mayor distancia posible entre ellos y a isla de Bella Muerte.

- ¡Vamos, vamos gandules cada metro os acerca a la libertad, tensad la mayor, cuidad y asegurar esos barriles….!- El contramaestre, apodado “Tifón” no paraba de hacer oír su profunda voz en todo el barco, venciendo a la brisa del mar y las olas que rodeaban al barco, los hombres obedecían raudos, pues a cada nudo ganado de velocidad les acercaba mas al hogar.
- ¡¿A que velocidad vamos?!.- Grito a los marineros asomados por la borda.
- ¡Hemos alcanzado los doce nudos, señor!.
- ¡ Vamos atunes, vamos, navegad hacia la libertad!.


En el camarote del capitán dos hermanos sostenían a un desconocido Shirlek mientras que Helos leía la carta.


“Excelencia:

Hace dos lunas me puse en contacto con usted y un grupo de afines para proponerles un negocio, un negocio que según las normas establecidas en su reino, seria ilícito. Pero todos somos hombres de negocios y debemos aprovechar las oportunidades que se nos ofrece la vida. He leído su contestación a susodicha propuesta y estoy complacido que este de acuerdo.

Los términos son los mismos, la sumisión total del imperio mercantil de los Kilden a los Señores del Mar de Menii. Como se les comento, cada uno de ustedes compraran ilícitamente las diferentes estaciones que me corresponden por la cuantía de 200.000 GO, una miseria para sus arcas, y un negocio mas que rentable como así atestiguan sus banqueros. Con la llegada de las “donaciones” se les atribuirán individualmente a sus emisarios una carta sellada con los contactos, rutas y encalves donde podrán seguir con las expropiaciones. A efectos de las normas y acuerdos ustedes han comprado cada una de mis franquicias.

Se que les parecerá extraño que abandone este negocio, pero los nuevos tiempos que corren en mi tierra me obliga a tomar estas mediadas. Tan solo quedara una serie de puntos que ustedes no tendrán problemas en solventar: conducir al centro del negocio familiar a la bancarrota para que de esta forma y legalmente ustedes puedan tomar posesión. Ustedes ahorraran un tiempo mas que precioso en sus arcas y a mi me retribuirán por la venta sin dar explicaciones al Consejo Mercantil.

Dicho todo, un saludo deseándoles todas las bendiciones y que los dioses sean propicios en su nueva etapa.

Señor y Barón de Kilden.”

Helos miro a Shirlek, este había recobrado parte de su compostura, por primera vez lo vio como era, un chico joven que pasaba de su quincena primavera, su pelo era moreno revuelto y un poco salvaje, un mechón le caía sobre el ojo izquierdo, casi tapándolo, era de piel clara y parecía atlético, no era como otros jóvenes nobles que había conocido, arrogantes, orgullosos y dispuestos a gastar la fortuna de sus padres, el muchacho tenia una idea clara del deber de la familia y el honor, todo ello derivado quizás de su aprendizaje castrense. Desde que estaba sereno, había visto en el algo que se ve en pocos hombres, Shirlek tenia un don especial, algo que le otorgaba ser un líder, no era que con su voz animara a las masas, ni que despojase una aura de grandeza, no, era diferente, Shirlek le producía esa sensación de aventura de saber que estar en medio de un asedio o en un calabozo agonizando era su destino estar ahí y compartirlo con el. Pero aparte de eso, Shirlek era un chico joven que no había visto mundo, que sus emociones eran intensas y, ahora a costa de esta revelación sus principios estaban desmoronándose.

El chico se incorporo y cogío la carta la miro con un gran pesar en sus ojos y la cerco a una vela, la tiro al suelo que se consumiera y mientras ardía miraba las llamas de una forma extraña, los hombres no dijeron nada, solo miraron al chaval, este se aparto de ellos, en su rostro se veía una sombra.
- Voy a cubierta….. tranquilos estoy bien.- Shirlek hablo con una voz que parecía venir de la lejanía, sin fuerza, sin ser el mismo.


El viento soplaba fuertemente sobre las velas del barco, impulsando al coloso de madera y metal a través de las aguas, llevándolo a su destino, los marineros trabajaban con gran fervor pues al otro lado estaba su hogar, Shirlek les observo mientras se acercaba al costado de babor. “Oh, dioses….. Que voy a hacer….”, esperaba que quizás el viento le trajese la respuesta, pero no la traía, miro el mar, quizás en su espuma podría ver una solución, pero tampoco había en ella nada…. Poco a poco se fue centrando en las llamas que habían consumido la fatídica carta, como el fuego retorcía el pergamino y evaporaba la tina, el humo arrancaba las letras que le habían trastornado y herido, como al final no quedaba mas que un montoncito insignificante, negro e inútil. El fuego, quizás Kakatal el Señor del fuego le había dado una señal en ello, veía retorcerse la carta lentamente a causa de las llamas, y con esa sensación el cada vez se iba alejando de su familia, el fuego consumía su “herencia”, su familia, su hogar y el lo sentía en sus carnes como desechaba su apellido, veía a su hermano perderse en su memoria, y por fin tras ser consumido, renació.

Shirlek miro el anillo familiar que llevaba en la mano, se lo había dado aquel a quien llamo padre, pero ese anillo ya no era suyo, se lo saco del dedo, y tras observar su banda de oro y el gravado familiar, lo dejo caer en el mar, para que se perdiera en el olvido de sus negras aguas, dejo de ser en ese mismo instante Shirlek de la familia Kilden de Dharijor, a partir de ahora era Shirlek de Dharijor, aventurero, mercader y soldado de fortuna, donde hubiese una aventura el estaría ahí, esa era su vida y ese era su destino, el Señor el Fuego le había dado su señal. El barco navegaba con rapidez, pues en el puerto de Menii un mercader extraño le tenía propuesta una aventura...

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